Entrevista al Dr. Alejandro Iglesias Linares, catedrático de Ortodoncia en la UCM

"La formación continuada es fundamental para poder asumir con eficiencia y eficacia los cambios tan importantes que se están produciendo en Ortodoncia"

Recientemente nombrado catedrático de Ortodoncia en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el Dr. Alejandro Iglesias Linares nos explica a lo largo de esta entrevista su pasión por la especialidad y la investigación y el gusto por la excelencia, valores que pretende seguir incentivando desde su nuevo cargo para potenciar la relevancia de la Ortodoncia en nuestro país. 

DM.- Tras finalizar la carrera de Odontología, decidió especializarse en Ortodoncia. ¿Qué es lo que más le apasiona de esta especialidad? 

Dr. Alejandro Iglesias Linares (Dr. A.I.L.).- La Ortodoncia es una especialidad que me ha atraído desde que inicié mi formación en Odontología. El desempeño de excelencia en Ortodoncia necesita de una buena orientación espacial, conocimientos sólidos en biología, predicción de sistemas de fuerzas, mecánica aplicada, planificación, así como capacidad y sensibilidad para apreciar el detalle. Todo ello en conjunto hace de esta especialidad un reto constante en la actividad clínica diaria. El dinamismo que existe con las infinitas tipologías de casos clínicos en Ortodoncia, exige de una formación sólida para poder proveer del mejor tratamiento a nuestros pacientes. En global, creo que el reto permanente es algo que a cualquier especialista en Ortodoncia le atrae, disfruta y sabe apreciar. 

DM.- Como experto en la materia, ¿hacia dónde se dirige actualmente la investigación genética en ortodoncia? 

Dr. A.I.L.- Tal y como ocurre en otras disciplinas médicas, la biología juega un papel fundamental en Ortodoncia. La esencia de su existencia depende de lo excepcional que supone que un diente pueda desplazarse “a través” del hueso alveolar manteniendo su vitalidad, integridad estructural y funcionalidad. La investigación en Ortodoncia en el área biológica-genética constituye una fuente de innovación que se está trasladando a la clínica diaria, que ya es una realidad y que progresivamente iremos adoptando en la rutina clínica. La capacidad real y práctica que tendremos de estimar riesgos de base genética, de predecir extremos de crecimiento mandibular, riesgo de lesiones radiculares, tasa de movimiento dentario, entre otros factores, abre un frente apasionante de nuevo conocimiento biológico aplicable a nuestra clínica diaria. 

DM.- Como codirector del Grupo de Investigación “Biología craneofacial: ortodoncia y ortopedia dentofacial”, ¿cuáles son las líneas de investigación de este equipo? ¿Y cuáles han sido los avances descubiertos hasta el momento? 

Dr. A.I.L.- A grandes rasgos, nuestro grupo trabaja en un campo amplio de líneas de investigación de índole clínico y otras desde un perfil biológico de base. La gran virtud de muchas de nuestras líneas es la capacidad de integrar aspectos clínicos desde una perspectiva complementada por las ciencias básicas. A modo de síntesis, en la actualidad tenemos un gran interés en la caracterización y determinación de la eficacia de diversos sistemas alineadores transparentes, área en la que hemos y estamos tratando de aportar evidencia científica sólida que sirva para su futura aplicación al ámbito clínico. Asimismo, nos interesa el conocimiento aplicado al respecto de los potenciales beneficios y efectos secundarios derivados del tratamiento ortodóncico con distintos tipos de aparatologías ortodóncicas actuales. Por otro lado, la investigación en conocimiento genético aplicado a determinadas patologías maloclusivas, así como a la predicción de riesgo de sufrir reabsorción radicular secundaria a fuerzas ortodóncicas, constituye un área en la que hemos conseguido profundizar notablemente hasta el momento. 

"Es particularmente necesaria investigación de calidad en Ortodoncia que tenga capacidad de traslación a nuestra clínica diaria"

Mantenemos colaboraciones internacionales con grupos de investigación líderes en universidades de Estados Unidos, Canadá y Corea, entre otras, que nos exige mantenernos siempre a la vanguardia. Creo que es particularmente necesaria investigación de calidad en Ortodoncia que tenga capacidad de traslación a nuestra clínica diaria y en ello hemos centrado buena parte de nuestros esfuerzos, que darán sus frutos a corto plazo. 

DM.- Además de catedrático de Ortodoncia, es usted coordinador del Máster de Ortodoncia de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). ¿Cuál es el objetivo de esta formación? 

Dr. A.I.L.- Hoy, más que nunca, la formación sólida, de calidad y reglada en Ortodoncia es crítica para poder garantizar la diferenciación, la excelencia en el diagnóstico y el tratamiento ortodóncico de nuestros pacientes, siempre desde el máximo rigor de la ética profesional. El Máster de Ortodoncia de la UCM ha apostado siempre por la educación en estos valores y, sin duda, aporta una formación diferencial de excelencia a las ya más de 40 promociones que han pasado por él. El objetivo de este Máster no es otro que el de formar especialistas en Ortodoncia con una formación clínica de vanguardia y con capacidad crítica investigadora que permita afrontar con solvencia los retos futuros de nuestra especialidad. Este Máster tiene vocación internacional y, como tal, aspira a estar posicionado entre los mejores de Europa. A modo particular, he de decir que para mí supone un reto y un orgullo diario formar parte de esta familia a la que pertenecen y han pertenecido figuras insignes de la Ortodoncia española. 

DM.- En este sentido, ¿considera usted imprescindible la formación continuada para alcanzar el éxito profesional y con los pacientes? 

Dr. A.I.L.-Sin lugar a ningún tipo de dudas, la formación continuada es fundamental para poder asumir con eficiencia y eficacia los cambios tan importantes que se están produciendo en nuestra especialidad. Es crítico contar con una buena formación y de carácter continuo que nos permita mantener los estándares de excelencia en nuestros tratamientos con la implementación de las nuevas terapias y poder extraer el máximo rendimiento de los nuevos sistemas de diagnóstico complementario. En paralelo, hemos de ser conscientes de que en la actualidad coexistimos con una realidad comercial de injerencia y que trata de marcar el rumbo del sector ortodóncico. Es nuclear la formación como especialistas sanitarios que somos, así como hacer prevalecer la misma como un principio inquebrantable. Es fundamental que se redefinan y mantengan con claridad los límites que exige una disciplina derivada de la Medicina y que no vengan impuestos por intereses comerciales. Sin una formación continua de calidad, que esté fundamentada en estos principios, para mí es difícil concebir el éxito profesional ya que éste lo entiendo únicamente ligado a la capacidad de ofrecer al paciente un criterio diagnóstico claro y libre de conflicto de interés y un tratamiento actualizado de excelencia guiado hacia la salud y la normoclusión, no marcado por modas u oportunismos comerciales. 

DM.- ¿Cómo ha evolucionado la estética de la sonrisa en los últimos años? ¿En qué parámetros se basan para una rehabilitación estética de la sonrisa en la que se combine la búsqueda de la perfección y la naturalidad? 

Dr. A.I.L.- Las exigencias estéticas han aumentado en la última década de modo exponencial, también sobre la estética de la sonrisa. La influencia de la sobre-exposición de la imagen en redes sociales tiene un efecto directo sobre la búsqueda de parámetros ideales de belleza entre nuestros pacientes. No obstante, en Ortodoncia la belleza parte siempre de la búsqueda de salud como primer objetivo no negociable. En términos de parámetros cuantificables de belleza, no existe un parámetro único estándar de belleza común entre nuestros pacientes, si bien la aproximación a una simetría armónica es un pilar en la mayor parte de los tratamientos de éxito. 

Otro de los grandes beneficios de un tratamiento de ortodoncia en manos especializadas es la capacidad de alcanzar el máximo rendimiento estético individualizado a cada tipo de maloclusión, a cada tipología de cara, a cada morfología de boca distinta. Las caras y las sonrisas son diferentes en cada uno de nuestros pacientes; buscamos siempre la salud y la solución de la maloclusión obteniendo parámetros de armonía funcional y armonía estética, conservando las características individuales de ese paciente que permitan mantener autenticidad y naturalidad de la estética de la sonrisa integrada en un conjunto facial. 

DM.- Como especialista en Ortodoncia, ¿qué momento está viviendo actualmente el desarrollo de esta especialidad en España? 

Dr. A.I.L.- Es un momento en el que se esperan grandes cambios y se han generado expectativas a nivel nacional respecto al reconocimiento oficial de especialidades. Desde los distintos actores implicados en este proyecto se ha volcado un gran trabajo que espero que obtenga sus frutos hacia una mejoría en la búsqueda de una especialidad ortodóncica que garantice estándares de formación de excelencia del especialista en Ortodoncia. 

"Hoy, más que nunca, la formación sólida, de calidad y reglada en Ortodoncia es crítica para poder garantizar la diferenciación, la excelencia en el diagnóstico y el tratamiento ortodóncico de nuestros pacientes, siempre desde el máximo rigor de la ética profesional" 

Más allá de estas consideraciones oficiales que nos permitan asimilarnos a nuestros homónimos en el resto de Europa, la especialidad de Ortodoncia vive un momento dual en la actualidad. Si bien es cierto que la concienciación en la sociedad sobre el impacto de la maloclusión en la salud, en el sentido más amplio de la palabra, así como la concienciación sobre la necesidad de su corrección, ha aumentado exponencialmente en los últimos años, sin embargo, esta situación ha generado un aumento del oportunismo profesional y con ello la tendencia hacia la pérdida o el desfigurado de los verdaderos estándares de calidad en algunos sectores de nuestra profesión. Estos oportunismos, por definición temporales, vienen guiados por intereses que no atienden a una mejoría en el tratamiento a nuestros pacientes y que, sin duda, repercuten y repercutirán negativamente sobre la Ortodoncia como especialidad si los que respetamos y amamos esta especialidad no tomamos parte activa desde todos los niveles. Es crítico que el especialista en Ortodoncia sea capaz de revalorizar y hacer valer la diferencia de la formación de calidad ligada a la influencia que ésta tiene sobre el diagnóstico y el tratamiento de nuestros pacientes. No existe un caso clínico sencillo en Ortodoncia, sino incapacidad para diagnosticar la dificultad. 

DM.- Teniendo en cuenta la digitalización y el uso de nuevas tecnologías, ¿cómo ha influido esta nueva tendencia en los tratamientos ortodóncicos y de qué manera influirá en su desarrollo futuro? 

Dr. A.I.L.- La digitalización era y es un paso natural y necesario en Ortodoncia. Se ha convertido en un arma diagnóstica y terapéutica que está totalmente consolidada en nuestra especialidad y que hemos de saber integrarla todavía mejor hacia el beneficio real para nuestros pacientes. Las capacidades de un diagnóstico cada vez más preciso por parte del ortodoncista y con ello la capacidad de identificar con eficacia un rango amplio de necesidades de tratamiento, es algo que la digitalización ha potenciado y facilitado enormemente. Este tipo de tecnología y nuevos métodos de diagnóstico complementario y también de modalidades de tratamiento, ha generado sin duda un cambio de paradigma hacia el desarrollo presente y futuro de la especialidad. Tengo muy claro, sin embargo, que nos encontramos en un paso intermedio hacia lo que será la verdadera práctica futura del especialista en Ortodoncia, que dista mucho de la situación actual. 

DM.- Como nuevo catedrático de Ortodoncia en la UCM, ¿qué objetivos se ha marcado para los próximos años? 

Dr. A.I.L.- Desde la actividad docente, investigadora y de gestión en la Universidad Complutense de Madrid a la que pertenezco, en los próximos años futuros espero poder vivir y participar activamente en varios hitos que influirán en nuestra especialidad. 

En el ámbito docente creo fundamental seguir manteniendo el nivel de formación y de trabajo conjunto que actualmente sitúa a nuestra Facultad en los principales rankings internacionales, como recientemente lo hace el QS World University Rankings by Subject 2022 como la primera Facultad de Odontología de España y la 16ª en todo el mundo. Creo que es un verdadero logro estar en posiciones de competitividad con Universidades tan reconocidas como Harvard o UCLA; University of California Los Angeles, considerando las diferencias tan abruptas en el nivel de financiación y apoyo de medios del que disponemos en comparación con este tipo de universidades. 

Nos debemos a una formación de calidad, actualizada y de vanguardia en todos los niveles formativos de Grado, Posgrado y Doctorado. Entre nuestros alumnos se encuentran los potenciales líderes del futuro en Odontología y solamente si se puede cultivar el espíritu de nuestros alumnos en un ambiente de superación. En nivel de Posgrado quiero seguir aportando todo lo que esté en mi mano al Máster de Ortodoncia de la UCM para contribuir a que siga siendo un referente internacional y un ejemplo de formación de excelencia en Ortodoncia. 

En gestión universitaria, mi obligación es seguir contribuyendo con mi granito de arena desde el Vicedecanato de Investigación, Máster y Doctorado al trabajo que realiza nuestro equipo de Gobierno para que día a día nuestra Facultad y nuestra Universidad siga formando a profesionales con valores y principios que revaloricen la Odontología y la Ortodoncia en España y en el mundo. 

La Universidad no se entiende sin investigación y creo que ahora más que nunca es necesaria investigación de máximo nivel en Ortodoncia que aporte evidencia científica sólida desde la base hasta la clínica en aspectos de nuestra clínica diaria sobre los que todavía existen vacíos conceptuales, así como investigación que refuerce los pilares fundacionales de esta disciplina. En esta labor, los estudiantes especialistas de Ortodoncia tienen una obligación hacia el Doctorado y hacia nuestra especialidad. Veo con enorme satisfacción cómo muchos de ellos sienten esta implicación que menciono, integrando la clínica con investigación de primer nivel internacional. Mi función no es otra que seguir incentivando, ayudando y potenciando este valor en alza en Ortodoncia. 

En esencia, en mi especialidad, la Ortodoncia, quisiera en los años futuros poder darme a mi profesión y transmitir, con hechos, todo aquello que debo a mis maestros, muchos de ellos amigos, con los que comparto y he compartido mi día a día: el gusto por la excelencia, los valores en el diagnóstico y el tratamiento clínico del paciente, la pasión, la entrega, el esfuerzo y el sacrificio. Creo que si consigo infectar/cultivar esta pasión en los que me rodean, habré cumplido con mi papel y mis objetivos.

Descargar entrevista completa

También puede consultar el número 67 de DM El Dentista Moderno