Revista
DM.- El momento tan complicado que estamos viviendo por la aparición de la pandemia COVID-19 ha sumido al mundo en una crisis sanitaria, social y económica jamás vivida hasta ahora, ¿qué diferencias existen entre esta crisis y otras anteriores? ¿Cuál será su impacto social y económico?
Roberto Rosso (R.R).- Las crisis precedentes y, en particular la de 2008-2013, se han generado como consecuencia de un colapso del sistema económico o financiero, lo que posteriormente ha tenido un impacto en el tejido empresarial - por ejemplo, con la reducción del crédito- y también en la esfera social, especialmente con el aumento del desempleo. En resumidas cuentas, se ha visto afectada la economía real, o lo que es lo mismo, la economía de las familias, dándose un fuerte descenso en la demanda. En este caso no es exactamente así, pues el sistema económico y financiero es - o, mejor dicho, era - sólido, con un país en plena recuperación y con los fundamentos económicos positivos. Esta crisis, que se ha presentado de forma imprevisible y como resultado de las necesidades de distanciamiento social, ha sido una crisis de interconexiones, o lo que es lo mismo, de la imposibilidad de aprovisionarse y de vender productos y servicios. Partiendo de que el país produce aproximadamente 100 billones anuales de PIB, resulta claro que, deteniendo aproximadamente el 60% de la actividad productiva, el shock económico será enorme. No obstante, el origen es exógeno, se sitúa fuera del sistema, siendo una especie de “enorme coyuntura” que se abate sobre el mundo. Precisamente por este motivo, muchos economistas al inicio pensaban que, tras el cese de la causa externa, y con el consiguiente abandono del lockdown, la economía se habría recuperado muy rápidamente. Una crisis de este tipo es lo que los expertos señalan como crisis de tipo “V” o, en otras palabras, una caída de rápida recuperación, cuyo impacto habría sido consecuencia directa del periodo de lockdown. Pero se trataba de una evaluación apresurada y, probablemente, superficial, pues no se ha tenido en cuenta que la gestión de la fase endémica habría necesitado un larguísimo periodo de distanciamiento social, con consecuencias evidentes sobre la economía de las familias y los consumos.
DM.- El modelo social y económico que teníamos hasta ahora ya es un hecho que va a sufrir un cambio disruptivo, ¿nos puede dar su visión sobre el nuevo modelo socioeconómico de la población? ¿Qué implicará esto a la hora de acudir al dentista?
(R.R).- A las problemáticas económicas y financieras que se abatirán sobre el sistema productivo, especialmente sobre la pequeña y mediana empresa, se añaden las transformaciones en las modalidades de socialización: por una parte, tendremos la necesidad de mantener cierta distancia social y, por otra, se modificarán ciertos comportamientos, actitudes y prejuicios, con un posible aumento de la conflictividad social. Partiendo de que precisamente la nueva modalidad de vivir el contexto social reducirá parte de los consumos por la incapacidad y la saturación productiva (pongo el ejemplo de un restaurante que deberá reducir el número de mesas; las filas en los supermercados, que favorecerán la compra en canales web; el aumento del Smart Working, con la consiguiente reducción de consumos vinculados a la socialización pública, etc.), aquello que nos interesa en este contexto es la posible transformación en la percepción de la clínica dental y de los tratamientos odontológicos por parte de la ciudadanía. Aún no hemos realizado sondeos en España, pero una primera investigación en Italia nos confirma que, desde los primeros días de marzo, y previamente al lockdown, ante los primeros contagios la mitad de la ciudadanía hubiera preferido posponer las visitas a especialistas. En España, en cambio, gracias al encargo de FENIN se ha desarrollado un estudio durante la primera semana de abril, empleando una muestra representativa de 451 dentistas titulares de clínica. El 92% de los entrevistados ha declarado que probablemente cambiará la actitud de los pacientes hacia la clínica. Al preguntar en qué se concretará este cambio en la actitud del paciente, un 76% de los dentistas afirma que muchos de ellos tendrán más miedo al contagio. Este cambio de comportamiento, siempre según las declaraciones de los dentistas entrevistados, afectará también a colaboradores y auxiliares. El 34% de los dentistas considera que aumentará el miedo por la propia salud también entre sus colaboradores, lo cual, inevitablemente y siempre según los entrevistados, tendrá consecuencias relacionales y/o contractuales.
Durante el encuentro, celebrado en Santiago de Compostela, han tenido lugar talleres clínicos, sesiones clínico – patológicas y conferencias magistrales a cargo de prestigiosos ponentes.
Las herramientas de odontología digital, las Apps y el uso de pantallas aumentan la motivación del paciente para seguir los tratamientos periodontales y para efectuar/mantener cambios en sus hábitos de vida
Este órgano independiente y de carácter consultivo velará por una ciencia responsable y la integridad de sus profesionales.
Así lo ha expuesto el Dr. Ignacio Sanz Sánchez en una de las sesiones más relevantes dentro del Congreso Nacional de la Sociedad Española de Periodoncia (Sepa), que se celebra en Sevilla en colaboración con la FIPP.
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Sevilla acoge del 31 de mayo al 3 de junio el encuentro científico más relevante y numeroso del año en el panorama internacional de la Periodoncia y los Implantes dentales.
“Instamos al Gobierno de Canarias”, dice el manifiesto, “a que retire al sector del tabaco la condición de sector estratégico. El REF no puede ser una excusa para someter a los canarios a un riesgo de enfermedad y muerte mayor que el del resto de los europeos”.
El Consejo General de Dentistas insiste en que los cigarros electrónicos contienen sustancias tóxicas y que pueden ser una vía de entrada de los jóvenes al consumo de tabaco convencional.