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Una mejor higiene oral y/o el uso de algunos colutorios puede reducir el riesgo de transmisión y la severidad de la COVID-19. Éstas fueron algunas de las cuestiones que se pusieron de relieve en la primera de las dos mesas científicas que la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA) organizó el 15 de abril en el marco del 2º Congreso Multidisciplinar de COVID-19.
SEPA, junto a la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y la Sociedad Española de Microbiología (SEM), teniendo como entidades invitadas a la Sociedad Española de Diabetes (SED), la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) y la Federación Iberopanamericana de Periodoncia (FIPP), y contando con el apoyo de Dentaid y del Consejo de Dentistas, celebró una doble sesión que evaluará el impacto de la salud bucal en la COVID-19.
La cavidad oral no solo es una de las puertas de entrada y transmisión del SARS-Cov-2, sino que también algunas enfermedades periodontales frecuentes (como la periodontitis) pueden agravar las consecuencias que se derivan de padecer COVID-19. Estos hechos justifican la celebración de una sesión científica en el contexto de este Congreso, en el que se dio a conocer el posible papel de la salud bucal en la disminución de la carga viral y, por tanto, en la transmisión del virus causante de la COVID.
Las tres vías de entrada principales del virus parecen ser la nariz, la boca y los ojos, a través de sus mucosas. Actualmente, se conoce que la infectividad del SARS-CoV-2 depende de su capacidad para penetrar en las células, utilizando la enzima conversora de angiotensina-2 (ECA-2) como el receptor principal y la puerta de entrada de este virus en la célula. Puesto que las células epiteliales en diferentes mucosas de la cavidad oral muestran una alta expresión de ECA-2, y dado que la cavidad oral es una de las primeras interfases entre el exterior y el organismo, se considera que hay una elevada potencialidad de que esta vía de colonización e infección viral sea determinante para la aparición de COVID-19.
En el caso concreto de la boca, los estudios demuestran una expresión relevante de receptores ECA2 en mucosas orales, especialmente en la lengua; además, las glándulas salivales tienen una expresión de estos receptores incluso superior a la de la mucosa pulmonar. Por tanto, la boca parece un lugar muy adecuado tanto para recibir al SARS-CoV-2, como para mantenerlo y transmitirlo a otras personas. Se cuenta actualmente con evidencias indirectas que apuntan hacia la idea de que una mala salud bucal podría sobreexpresar en la mucosa bucal los receptores ECA-2 por los que el virus entra en nuestras células.
En la primera de las sesiones que organiza SEPA en este Congreso Nacional COVID-19, y que ha sido moderada por la Dra. Paula Matesanz, se incidió, sobre todo, en cómo una óptima higiene oral y/o el empleo de determinados colutorios con actividad virucida podría disminuir el riesgo de transmisión y la gravedad de la COVID. Y es que, según el coordinador científico de los Grupos de Trabajo de SEPA y de la Alianza por la Salud Bucal y General, Miguel Carasol, “la salud bucodental es esencial para conseguir un buen estado de salud general y, por ello, resulta crucial poner el foco en la prevención de enfermedades como la periodontitis o en tratarlas adecuadamente, más aún en el contexto actual de pandemia de coronavirus”.
Hay evidencias claras de que una peor salud bucodental, específicamente en las encías (con la presencia de periodontitis), favorece una mayor inflamación sistémica crónica, y un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares o diabetes entre otras patologías con base inflamatoria. Por lo tanto, “se puede sugerir que esa mayor inflamación sistémica podría hacer más susceptible a sufrir una COVID-19 más severa a pacientes con periodontitis”, apuntó el Prof. David Herrera, patrono de la Fundación SEPA y codirector del Grupo de Investigación ETEP (Etiología y Terapéutica de las Enfermedades Periodontales y Periimplantarias) de la Universidad Complutense de Madrid, quien recordó también que “hay efectos indirectos de la COVID-19, derivados de situaciones como el confinamiento o diferentes restricciones, que están afectando claramente a la salud bucodental, a través de múltiples mecanismos”.
Ante esta situación, desde SEPA se apunta en que las mejoras en la salud periodontal y en la higiene bucal pueden ayudar a controlar la pandemia de COVID-19. El impacto de las intervenciones orales en los niveles de SARS-CoV-2 en la boca puede ser muy relevante, siendo especialmente sugerente el posible papel que pueden desempeñar los enjuagues bucales con acción virucida.
Desde el inicio de la pandemia, y ya en las clínicas dentales en Wuham, se recomendó que los pacientes, antes de cualquier procedimiento odontológico, se enjuagaran con colutorios con antisépticos capaces de reducir la carga de SARS-CoV-2 en aerosoles, para disminuir el riesgo de transmisión del virus. Posteriormente, se ha demostrado que el virus podría estar presente en cantidades relevantes en diferentes mucosas de la boca y en las glándulas salivales, sobre todo en los primeros días de la infección, debido a la expresión elevada de receptores ECA-2; esto podría favorecer la transmisión por parte de individuos infectados. Finalmente, también se ha observado que las personas con más carga viral en boca presentan mayor severidad de la COVID-19.
Por todo ello, como indicó el Prof. David Herrera, “se cree que el uso de colutorios virucidas podría reducir el riesgo de transmisión por parte de individuos infectados y también disminuir el riesgo de que desarrollen la COVID-19 con manifestaciones más severas”. En definitiva, se considera que una disminución en la carga viral oral podría asociarse con una menor cantidad de virus expulsada por el portador de la infección, un menor riesgo de transmisión y una menor gravedad de la enfermedad.
Numerosos estudios han analizado la eficacia de ciertos colutorios muy utilizados en Odontología para reducir la carga viral, y así prevenir la infección por el virus SARS-CoV-2. De todos ellos, los compuestos formulados con antisépticos, como cloruro de cetilpiridinio (CPC) o povidona yodada, son los que han demostrado resultados más claros en los estudios in vitro, y actualmente están evaluándose a nivel clínico.
A falta de contar con la replicación de estos hallazgos en ensayos clínicos, se insiste en que el uso de estos colutorios es muy ventajoso en la consulta dental antes de realizar determinados tratamientos odontológicos; además, como apuntó el Dr. David Herrera, “probablemente sean útiles en pacientes con COVID-19, contactos estrechos o en pacientes de riesgo, y se debe analizar con mayor detalle su capacidad preventiva cuando se emplean de forma generalizada en la población”.
Como aclaró Pedro Diz, catedrático de Estomatología de la Universidad de Santiago de Compostela, “el objetivo principal de los agentes que se están testando es la membrana lipídica que envuelve al virus, aunque la eficacia de algunos de estos antisépticos podría potenciarse porque también desnaturalizan proteínas de la cápside”.
En el caso de los colutorios con CPC, “éstos inhiben la entrada del virus SARS-CoV-2 a células susceptibles, y son eficaces frente a distintas variantes del coronavirus. Actúan rompiendo la membrana del SARS-CoV-2, y se ha demostrado en estudios in vitro que reducen 1000 veces la infectividad del SARS-CoV-2 en estudios de laboratorio”, destacó Nuria Izquierdo-Useros, investigadora principal del grupo PISTA (Pathogen Immunity, Signaling & Therapeutic Applications) de IrsiCaixa, de Badalona, quien informa que su grupo de investigación está “evaluando si los colutorios con CPC disminuyen la carga viral en la saliva de personas infectadas por SARS-CoV-2”. Se pretende determinar si es posible reducir la transmisión del virus y evitar nuevos contagios disminuyendo la carga viral en la saliva de las personas infectadas.
Respecto al papel de la povidona yodada en la carga viral, el Prof. Pedro Diz aseguró que “si bien se ha demostrado su eficacia in vitro, la evidencia disponible sobre su actividad antiviral in vivo todavía es insuficiente, aunque en muy pocas semanas dispondremos de resultados concluyentes”. En la actualidad hay más de 20 ensayos clínicos en marcha sobre la eficacia de la povidona yodada administrada en forma de colutorio para reducir la carga viral del SARS-CoV-2.
Según los expertos, la posibilidad de demostrar en las personas esta capacidad de algunos componentes de determinados colutorios permitiría tener una estrategia más para controlar la transmisión viral, una medida que podría ayudar en los contextos donde la vacunación todavía tardará años en producirse.
Otro aspecto que se destacó en el transcurso de estas sesiones de SEPA en el Congreso COVID fue el comportamiento ejemplar de las clínicas dentales durante la pandemia, primero reduciendo la actividad a lo imprescindible durante el confinamiento (exclusivamente atenciones de urgencia) y, luego, reiniciando la actividad cuando las medidas de seguridad lo hicieron posible, siguiendo los estrictos protocolos, definidos por el Consejo de Dentistas de España, y realizando la formación adecuada para todo el personal. Los estudios demuestran que, con estos protocolos, la clínica odontológica es un lugar muy seguro, sobre todo porque las medidas habituales de control de infección cruzada en la clínica dental ya eran muy eficaces antes de esta pandemia.
“La Odontología ha adoptado protocolos estrictos de seguridad frente a la infección por SARS-Cov-2, con muy buenos resultados en su cumplimiento”, aseguró Mª del Rosario Garcillán, profesora titular de Odontología Preventiva y Comunitaria Facultad de Odontología de la Universidad Complutense de Madrid.
En el caso concreto de la infección cruzada (es decir, la trasmisión de agentes patógenos entre los pacientes y el personal asistencial de forma recíproca en el entorno clínico), en las clínicas dentales ha habido una notificación mínima de este tipo de eventos. “Los odontólogos han hecho valer sus conocimientos profundos sobre prevención de la infección cruzada, adaptándose a trabajar en un nivel 3 de bioseguridad y gestionando de manera profesional las barreras de transmisión, utilizando tecnologías de desinfección eficaces; todo ello ha reducido la transmisión en un entorno de máximo riesgo, que es inherente a esta profesión”, resalta Víctor Jiménez Cid, catedrático del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid.
La Sociedad Española de Periodoncia es la única sociedad científica odontológica que esté presente en este Congreso. Como subrayó Paula Matesanz, secretaria de la Junta Directiva SEPA, “la participación de una sociedad científica de Odontología en un congreso que reúne a diferentes especialidades de la Medicina es un hecho importante para la profesión”. Y es que, según añade, “para hablar de salud general debe atenderse también a la salud oral; la salud del individuo es algo global y para alcanzarla es preciso que todas las partes del organismo estén sanas, incluyendo la cavidad oral”.
Lo cierto es que la crisis provocada por la COVID-19 ha hecho que muchas personas tomen conciencia de su salud por primera vez, “y es importante que la Odontología esté presente y sea tenida muy en cuenta en este nuevo escenario”, señaló la Dra. Matesanz. Hay que transmitir claramente el mensaje de la importancia de lo que significan las enfermedades bucodentales y su prevención dentro del conjunto de la salud global.
“SEPA lleva años trabajando en el aspecto médico de la periodontitis, dada su relación comprobada como factor o indicador de riesgo para enfermedades tan importantes como la diabetes, la patología cardiovascular aterosclerótica, etc”, concluyó el Dr. Miguel Carasol.
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